Como profesora, estoy harta de la pregunta “¿Cómo se dice…?”. Supongo que es mejor que la misma pregunta en inglés, pero realmente lo único que hace es crear alumnos perezosos. Si la idea al fin y al cabo es enseñarles a comunicar, pero de verdad, reforzando la manía de traducir cada pensamiento palabra por palabra de inglés al español no lo va a lograr. Después de la experiencia de estar en Middlebury, sumergida por seis semanas en un ambiente totalmente monolingüe en que estaba obligada a esforzarme a usar el español que sabía para expresar lo que a veces no sabía, regresé al aula con una interés renovada en exigirles a mis estudiantes a hablar en español. Me quedé asombrada mi primer año enseñando porque aparentemente pedirles que hablaran en español en la clase de español fue demasiado. Uy, recibí tanta actitud. Cada mirada decía, “Pero que presumida la Ms. Dunlap, que hablemos en español. Ah, sí, ahorita mismo lo hago...” Sin embargo, insistí, y ya que estoy en mi cuarto año tengo una reputación: saben que hablamos en español en la clase de español. He usado muchos trucos y muchas técnicas diferentes para exigirles a hablar solamente en español, (y esta semana Secondary Spanish Space compartió algunos) pero añadí algo este año que hasta ahora no había enseñando de una manera deliberada. Todo esto empezó con unas conversaciones con mi compañera de cuarto de Middlebury que enseña con el estilo de OWL (Organic World Language). Yo no he asistido a las capacitaciones de OWL y no sé exactamente cómo es la técnica, pero me llamó la atención porque ella dijo que enseña completamente en la lengua meta y los estudiantes también únicamente hablan en la lengua meta. Me puse a investigar y encontré un post en el blog de La Maestra Loca en que ella reflexiona sobre su experiencia en una capacitación con la creadora de OWL. Lo que más me impactó fue el hecho de que la fundadora de OWL no enseña a sus estudiantes a decir “¿Cómo se dice…?” en la lengua meta. Literalmente no lo enseña. ¡Ojalá! Pero, entonces, ¿qué recursos tienen los estudiantes para expresar lo que no saben decir en la lengua meta? Pues, ¡la circunlocución! Según un recurso muy bueno del World Language Classroom, la circunlocución es “ una estrategia de definir o describir un concepto en vez de decir la palabra exacta”. Cualquier persona que ha vivido o viajado en un país donde no manejaba bien el idioma ha usado la circunlocución, no importa si no saben que así se llama. De mis primeros años en El Salvador tengo mil historias de cómo mis padres, mi hermano y yo intentamos comunicar en español usando todas las técnicas de la circunlocución, entre ellas: describir lo que no es, usar sinónimos, describir para qué se usa o dónde se encuentra y hasta dibujar. Lo más chistoso fue cuando resultaba que se dice en español igual que en el inglés. En el Hiper Paiz, la versión salvadoreña de Wal-Mart que Wal-Mart al fin compró, pedimos “una bolsa para una persona para dormir afuera”. El señor pensó por un momento y exclamó, “Ah, ¡esliping bag!” Lo mismo pasó en MacDonalds. Recuerdo que dije “la misma comida pero para niños” y la seño, “Ah, ¡ekis mil!” Una vez, mi papá y yo fuimos a comprar pescado en el súper. Alguien más nos había ayudado con la lista de compras entonces en ella habían palabras que no sabía yo. Llegamos al mostrador y pedimos lonja. “¿De qué?” dijo la señora. Pues, de lonja, repetimos, sin saber que estábamos pidiendo una cortada de una cortada. Pensábamos que lonja era un tipo de pescado. Después de un rato confuso, y buen uso de la circunlocución de parte de la señora, nos dimos cuenta del error y yo pedí su recomendación para elegir un pescado. 😆 Para presentarles el concepto de la circunlocución a mis estudiantes les conté estas historias, modelando que la circunlocución es lo que tienes que usar para comunicar en el mundo real. Después usamos este recurso del World Language Classroom que compré en TpT para practicar. Lo usé cabal cómo está para mis estudiantes IB y cambié las palabras de la actividad a sus palabras de vocabulario para los chicos más jóvenes. Tienen que usar técnicas de circunlocución para hacer que su pareja en la actividad adivine una palabra. Obvio fue una competencia y los ganadores recibieron dulces. 👍 El día siguiente fortalecemos las técnicas jugando $1,000 Pyramid en equipos. Misma idea, pero lo hicimos en grupos: escoges seis palabras para organizar en forma de pirámide. Un estudiante no mira a la pizarra mientras el resto de su equipo usa las técnicas de circunlocución para hacer que adivina la palabra antes del otro equipo.
Y ahora Uds. saben como funciona mi cerebro: una cosa me lleva a la otra y termino creando algo para mis clases que a veces resulta útil. En mi tienda de TpT pueden encontrar unos carteles en español e inglés para el aula con 5 consejos de cómo usar la circunlocución y también una hoja de actividad llamada “Remplazando el ‘¿Cómo se dice…?’” para estudiantes más avanzados. Voy a seguir insistiendo en esta técnica y vamos a tener que practicarla más, pero quizás lo mejor de todo este experimento con la circunlocución es que ahora puedo dibujar círculos en el aire y un estudiante que me acaba de preguntar “¿Cómo se dice?” ahora sabe que necesita intentar de nuevo con la circunlocución. ¡Éxitos!
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AuthorSC native, Salvadoran at heart, Spanish teacher, trivia nerd, and novice blogger. Archives
January 2018
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