***By far one of the most popular things we do in Spanish class, at all levels, is Música Miércoles (M.M.). I got this idea from Allison Wienhold of Mis Clases Locas and wrote about it in a more detailed post for the American Association of Teachers of Spanish and Portuguese (AATSP) South Carolina Chapter's blog. *** "I love wednesdays"The above is a real comment from my recent teacher evaluations. Thanks, kiddo. I love Wedensdays, too, because it's Música miércoles! Music was an invaluable resource for me as a language learner. The same year we moved to El Sal, Reik released their first album. For the uninitiated, Reik is a Mexican pop group. I listened to that self-titled album on repeat until I could sing along. Mimicking the sounds, even though I didn’t completely understand what I was singing, helped me develop intonation and pronunciation skills, and reading along with lyrics in the liner notes helped my listening comprehension. I still know those songs by heart. 😆 “¿Listos para Música miércoles? Necesitan una hoja de papel y un lapiz o lapicero (bolígrafo).” When students hear this cue at the beginning of class on Wednesdays, they know they should find a clean sheet of paper and a pen or pencil. A PowerPoint slide with the day’s song is already projected as students enter the classroom and find their materials. I purchased an editable PP template from Mis Clases Locas’ TpT store back in 2015. Each slide includes the title, artist, flag of the country of origin (my addition to Allison’s template), two discussion questions, and some instructions. I record the necessary links to the video and lyrics in the notes section. When everyone is listo, we begin:
At this point I show the music video associated with the song and students write down any words or phrases they hear in Spanish. Sometimes you have to be pretty creative and/or patient in order to find a song you think students might like that also has a video appropriate for school. I have shown live versions, lyric videos, or only a segment of a video in order to meet school environment standards. Students definitely prefer to watch choreographed music videos over any of those options, but sometimes there’s no way around it! (Definitely used the Sesame Street "El Patito" parody cover of "Despacito" for my seniors' M.M. the other day...lol). Where I've found songs: iTunes; http://www.billboard.com/charts/latin-songs; past Grammy winners or nominees; or Google search for country and genre/artists or country and top 40 ex) Chile top 40; Bolivia pop artistas. After the video, I ask “¿Te gusta o no te gusta?” and students give me a non-verbal response in the form of a thumbs up. The thumbs get pretty technical: I’ll get half way thumbs up/half way thumbs down and a student will explain, “Well, I like the video and the artist’s voice, but the lyrics were silly.” ¡En español! I always ask for at least two volunteers to explain their thumb vote, usually one that liked the song and one that didn’t. Then I go around the room and ask each student to say a word or phrase they heard in the song. This is quick. We then re-play a portion of the video, audio only, and follow along with the lyrics in Spanish. I just Google “letra” and the song title to find the lyrics online. Be careful! Some lyric sites are better than others in terms of commitment to Spanish grammar. The repetition of the listening comprehension with the added benefit of reading along with the lyrics can create some neat ah-ha moments when students put two-and-two together, or when they can confirm they heard. Nicely validating for a language learner! We usually listen through the first chorus at which point I’ll stop, and we try to translate what we’ve heard as a class. This is a great time to discuss word order, idiomatic expressions, slang, and any grammar topics you might currently be learning that appear in the lyrics. Sometimes even vocab words pop up!
That’s it! Depending on your students’ level of interest or your desire to get a discussion going, this whole process can take anywhere from 10 minutes to the entire class period. I’d say we average about 20 minutes for M.M. If students are working independently, I ask “¿Quieren escuchar a música en español?” and I’ll put on our M.M. playlist. Some M.M. picks have even made their way to being played during the Senior Halloween carnival and varsity basketball workouts. No better feeling than when a student tells me they’ve been listening outside of class! Check out our playlists and happy listening!! Música miércoles 2015-2016 Música miércoles 2016-2017 Música miércoles 2017-2018
0 Comments
Como profesora, estoy harta de la pregunta “¿Cómo se dice…?”. Supongo que es mejor que la misma pregunta en inglés, pero realmente lo único que hace es crear alumnos perezosos. Si la idea al fin y al cabo es enseñarles a comunicar, pero de verdad, reforzando la manía de traducir cada pensamiento palabra por palabra de inglés al español no lo va a lograr. Después de la experiencia de estar en Middlebury, sumergida por seis semanas en un ambiente totalmente monolingüe en que estaba obligada a esforzarme a usar el español que sabía para expresar lo que a veces no sabía, regresé al aula con una interés renovada en exigirles a mis estudiantes a hablar en español. Me quedé asombrada mi primer año enseñando porque aparentemente pedirles que hablaran en español en la clase de español fue demasiado. Uy, recibí tanta actitud. Cada mirada decía, “Pero que presumida la Ms. Dunlap, que hablemos en español. Ah, sí, ahorita mismo lo hago...” Sin embargo, insistí, y ya que estoy en mi cuarto año tengo una reputación: saben que hablamos en español en la clase de español. He usado muchos trucos y muchas técnicas diferentes para exigirles a hablar solamente en español, (y esta semana Secondary Spanish Space compartió algunos) pero añadí algo este año que hasta ahora no había enseñando de una manera deliberada. Todo esto empezó con unas conversaciones con mi compañera de cuarto de Middlebury que enseña con el estilo de OWL (Organic World Language). Yo no he asistido a las capacitaciones de OWL y no sé exactamente cómo es la técnica, pero me llamó la atención porque ella dijo que enseña completamente en la lengua meta y los estudiantes también únicamente hablan en la lengua meta. Me puse a investigar y encontré un post en el blog de La Maestra Loca en que ella reflexiona sobre su experiencia en una capacitación con la creadora de OWL. Lo que más me impactó fue el hecho de que la fundadora de OWL no enseña a sus estudiantes a decir “¿Cómo se dice…?” en la lengua meta. Literalmente no lo enseña. ¡Ojalá! Pero, entonces, ¿qué recursos tienen los estudiantes para expresar lo que no saben decir en la lengua meta? Pues, ¡la circunlocución! Según un recurso muy bueno del World Language Classroom, la circunlocución es “ una estrategia de definir o describir un concepto en vez de decir la palabra exacta”. Cualquier persona que ha vivido o viajado en un país donde no manejaba bien el idioma ha usado la circunlocución, no importa si no saben que así se llama. De mis primeros años en El Salvador tengo mil historias de cómo mis padres, mi hermano y yo intentamos comunicar en español usando todas las técnicas de la circunlocución, entre ellas: describir lo que no es, usar sinónimos, describir para qué se usa o dónde se encuentra y hasta dibujar. Lo más chistoso fue cuando resultaba que se dice en español igual que en el inglés. En el Hiper Paiz, la versión salvadoreña de Wal-Mart que Wal-Mart al fin compró, pedimos “una bolsa para una persona para dormir afuera”. El señor pensó por un momento y exclamó, “Ah, ¡esliping bag!” Lo mismo pasó en MacDonalds. Recuerdo que dije “la misma comida pero para niños” y la seño, “Ah, ¡ekis mil!” Una vez, mi papá y yo fuimos a comprar pescado en el súper. Alguien más nos había ayudado con la lista de compras entonces en ella habían palabras que no sabía yo. Llegamos al mostrador y pedimos lonja. “¿De qué?” dijo la señora. Pues, de lonja, repetimos, sin saber que estábamos pidiendo una cortada de una cortada. Pensábamos que lonja era un tipo de pescado. Después de un rato confuso, y buen uso de la circunlocución de parte de la señora, nos dimos cuenta del error y yo pedí su recomendación para elegir un pescado. 😆 Para presentarles el concepto de la circunlocución a mis estudiantes les conté estas historias, modelando que la circunlocución es lo que tienes que usar para comunicar en el mundo real. Después usamos este recurso del World Language Classroom que compré en TpT para practicar. Lo usé cabal cómo está para mis estudiantes IB y cambié las palabras de la actividad a sus palabras de vocabulario para los chicos más jóvenes. Tienen que usar técnicas de circunlocución para hacer que su pareja en la actividad adivine una palabra. Obvio fue una competencia y los ganadores recibieron dulces. 👍 El día siguiente fortalecemos las técnicas jugando $1,000 Pyramid en equipos. Misma idea, pero lo hicimos en grupos: escoges seis palabras para organizar en forma de pirámide. Un estudiante no mira a la pizarra mientras el resto de su equipo usa las técnicas de circunlocución para hacer que adivina la palabra antes del otro equipo.
Y ahora Uds. saben como funciona mi cerebro: una cosa me lleva a la otra y termino creando algo para mis clases que a veces resulta útil. En mi tienda de TpT pueden encontrar unos carteles en español e inglés para el aula con 5 consejos de cómo usar la circunlocución y también una hoja de actividad llamada “Remplazando el ‘¿Cómo se dice…?’” para estudiantes más avanzados. Voy a seguir insistiendo en esta técnica y vamos a tener que practicarla más, pero quizás lo mejor de todo este experimento con la circunlocución es que ahora puedo dibujar círculos en el aire y un estudiante que me acaba de preguntar “¿Cómo se dice?” ahora sabe que necesita intentar de nuevo con la circunlocución. ¡Éxitos! I’ve always been excited to share quince (Salvadoran Independence Day) with my students. On September 15th this year, we actually played handball (see my last English-language post!), so we postponed our quince celebration for Monday, September 18th. My first year to celebrate quince, we did a cultural Bingo I was sooo excited about. I laid out all kinds of things I had related to El Salvador; from souvenirs I somehow never gave away, maps, and my high school ID, to pieces of Fernando Llort art, Hilasal towels, and my Dad’s rewards cards from The Coffee Cup (they say “Don James”!). Students walked around the room with clipboards and a Bingo game I wrote en español with clues based on all the cultural artifacts. How cool, right? Realia! Authentic material! Man, just writing this down makes me want to be a student in my class! But it went horribly. They hated it. I was crushed. That first year was a trying one because I was figuring out how to assert myself as a teacher, and they were figuring out what their limits were in the space we shared. I assumed that if I was excited about something, my students would be, too. While it is very, very true that a teacher’s energy can set the tone for a classroom environment, the above is not. Assume nothing with teenagers. 😝 Additionally, my first year teaching was challenging because I had very little experience as a disciplinarian. I do not claim now to know everything about positively redirecting undesirable student behavior, but our space is so much better managed now, it’s really night and day. I try to set and communicate clear expectations for my students and follow through with defined consequences when something’s not working. Most of the time we do ok. 👍 But back to quince! After the crash-and-burn scenario of Year One, we did a scaled down celebration Year 2 that focused on quince as a part of Hispanic Heritage Month. But Year 3 we went all out (see a pattern?) and tried something I was definitely too scared to do before: cook in the classroom. If you’ve never cooked with students, I’ll tell you now, it will be a huge mess, you will be exhausted, and something will go wrong. But it is worth it. I decided we would make pupusas. A pupusa, the national dish of El Salvador, is kind of like a stuffed corn tortilla, usually with cheese and refried red beans inside. I practiced the whole thing from start to finish at home before I attempted it in the classroom. The magic part where you’re supposed to close up the corn masa and nothing falls out is, well, a bit tricky…Having made pupusas with students to celebrate quince for two years now, I still haven’t mastered curtido (a cabbage and carrot slaw), but my pupusas are no longer strangely square. Progress!
In terms of classroom logistics, we start with a few videos as listening comprehension activities and I model how to make a pupusa. (These resources are available as free downloads on my Teachers Pay Teachers Page. We ❤️ Lupita’s kitchen and have used her how-to video both years.) Then everyone goes and washes their hands. While they’re doing that, I put out wax paper on each desk and give each student the masa, queso, and aceite (oil) they’ll need. The actual pupusa-making is a happy free-for-all, my favorite kind of classroom. Another piece of advice about cooking in the classroom: enlist help from parents. I sent an email inviting parents to join and/or consider loaning us electric pancake griddles (these work great for any kind of cooking in a classroom setting). Last year, one student even brought pupusas that a Salvadoran friend of her mother’s made! Her curtido was much better than mine… My students from last year were so pumped to make pupusas again. New students were hooked. My seniors even hablaron en español the whole time and asked to make a second pupusa! We’ve come a long way from unhappy Bingo. ¡Feliz (belated) quince! Acabamos de terminar una unidad en el segundo año de IB llamada “Música y pintura”. Empecé el año con este tema porque a estos chicos les encanta escuchar música en español (prontito pondré el post de Música miércoles, ya una tradición en mis clases, que escribí para La vela, el circular de AATSPSC, American Association of Teachers of Spanish and Portuguese in South Carolina) y pensé que sería una manera divertida y fácil de comenzar. Pero, lo que más me emocionó sobre esta unidad es que por fin logré hacer una conexión legítima entre lo que estamos haciendo en la clase, los temas de IB, y algo muy chivo de El Salvador. Hace un rato leí sobre Ariela Suster, una salvadoreña y hermana mayor de un compañero mío de la secundaria, que había fundado una compañía de joyería que emplea jóvenes salvadoreños a riesgo de unirse a las maras por falta de otras oportunidades en sus comunidades. La compañía se llama Sequence Collection y ha logrado mucho éxito, no solo por su joyería, sino también por su uso de la tecnología para capacitar a sus artistas. Leímos este artículo destacado en el libro de IB y hicimos una pequeña investigación sobre los artistas mencionados. Después de varias otras actividades con el texto, hicimos una discusión en la cual les propuse la pregunta ¿Para qué es el arte? Ésta es una de esas preguntas que les encantan a los profes pero quizás no tanto a los alumnos, ¿vea? Pero ni modo, están medio acostumbrados a pensar así, o sea de análisis crítico de las ideas, por la influencia del IB. Quería que llegaran a la conclusión de que el arte sirve para muchas razones, entre ellas para disfrutar, para enseñar, para comunicar, para crear y definir identidad, y, por fin, para ayudar a los demás y cambiar la sociedad. Guiándolos un poquito, mis estudiantes lograron expresar estas ideas (Gracias a Dios) y cuando llegamos al propósito del arte de ayudar a los demás, hicimos la conexión con el articulo anteriormente mencionado que relataba como Shakira y otros artistas latinos se unieron para un concierto benéfico. Con esta idea clara, que el arte puede servir para ayudar a los demás, les presenté Sequence Collection con unos videos y su sitio web. Hablando en serio, mis estudiantes no tienen el nivel de lenguaje para entender el legado de la guerra civil salvadoreña, ni la violencia actual del crimen que afecta el país ahora, ni el rol de los Estados Unidos en toda esa historia. Sin embargo, les gustó Sequence Collection por sus diseños y podían entender su misión.¡Y eso es lo que quería yo!
Después, sentí que quizás teníamos un impulso para ir más allá de la clase con esta idea, así que les presenté el Proyecto pulsera, una organización que une escuelas en los EE.UU. con artistas de pulseras tejidas en Nicaragua y Guatemala. Les gustó y decidimos que vamos a tener nuestra propia venta de pulseras al final de octubre después de Fall Break. ¡Les cuento como nos va! |
AuthorSC native, Salvadoran at heart, Spanish teacher, trivia nerd, and novice blogger. Archives
January 2018
Categories |