Acabamos de terminar una unidad en el segundo año de IB llamada “Música y pintura”. Empecé el año con este tema porque a estos chicos les encanta escuchar música en español (prontito pondré el post de Música miércoles, ya una tradición en mis clases, que escribí para La vela, el circular de AATSPSC, American Association of Teachers of Spanish and Portuguese in South Carolina) y pensé que sería una manera divertida y fácil de comenzar. Pero, lo que más me emocionó sobre esta unidad es que por fin logré hacer una conexión legítima entre lo que estamos haciendo en la clase, los temas de IB, y algo muy chivo de El Salvador. Hace un rato leí sobre Ariela Suster, una salvadoreña y hermana mayor de un compañero mío de la secundaria, que había fundado una compañía de joyería que emplea jóvenes salvadoreños a riesgo de unirse a las maras por falta de otras oportunidades en sus comunidades. La compañía se llama Sequence Collection y ha logrado mucho éxito, no solo por su joyería, sino también por su uso de la tecnología para capacitar a sus artistas. Leímos este artículo destacado en el libro de IB y hicimos una pequeña investigación sobre los artistas mencionados. Después de varias otras actividades con el texto, hicimos una discusión en la cual les propuse la pregunta ¿Para qué es el arte? Ésta es una de esas preguntas que les encantan a los profes pero quizás no tanto a los alumnos, ¿vea? Pero ni modo, están medio acostumbrados a pensar así, o sea de análisis crítico de las ideas, por la influencia del IB. Quería que llegaran a la conclusión de que el arte sirve para muchas razones, entre ellas para disfrutar, para enseñar, para comunicar, para crear y definir identidad, y, por fin, para ayudar a los demás y cambiar la sociedad. Guiándolos un poquito, mis estudiantes lograron expresar estas ideas (Gracias a Dios) y cuando llegamos al propósito del arte de ayudar a los demás, hicimos la conexión con el articulo anteriormente mencionado que relataba como Shakira y otros artistas latinos se unieron para un concierto benéfico. Con esta idea clara, que el arte puede servir para ayudar a los demás, les presenté Sequence Collection con unos videos y su sitio web. Hablando en serio, mis estudiantes no tienen el nivel de lenguaje para entender el legado de la guerra civil salvadoreña, ni la violencia actual del crimen que afecta el país ahora, ni el rol de los Estados Unidos en toda esa historia. Sin embargo, les gustó Sequence Collection por sus diseños y podían entender su misión.¡Y eso es lo que quería yo!
Después, sentí que quizás teníamos un impulso para ir más allá de la clase con esta idea, así que les presenté el Proyecto pulsera, una organización que une escuelas en los EE.UU. con artistas de pulseras tejidas en Nicaragua y Guatemala. Les gustó y decidimos que vamos a tener nuestra propia venta de pulseras al final de octubre después de Fall Break. ¡Les cuento como nos va!
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AuthorSC native, Salvadoran at heart, Spanish teacher, trivia nerd, and novice blogger. Archives
January 2018
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